NEWSpiracy Tutor Handbook ES

https://newspiracy.eu The project "NEWSpiracy" is co-funded by the Erasmus+ programme of the European Union. The content of NEWSpiracy is the sole responsibility of the project partners and neither the European Commission nor the Spanish Service for the Internationalisation of Education (SEPIE) is responsible for any use that may be made of the information contained therein. Project Number: 2022-1-ES01-KA220-HED-000089608 La última parte también se puede complementar con la teoría del acto de comunicación de Lasswell (1948) en la que abordaba que una forma adecuada de enfocar un acto de comunicación incluía 5 preguntas: quién, qué, en qué canal, a quién y con qué efecto. Esto significa que la comunicación en general busca comprender al comunicador, el mensaje, el canal, la audiencia y el efecto. En lo que respecta al titular de un periódico, el o la periodista es el o la emisora, el contenido del titular es el mensaje, el periódico es el canal, el lector es la audiencia y el efecto se refiere a la reacción del lector o lectora ante el titular (Baldwin et al., 2015). En caso de que usted sea el lector o lectora, es posible transformar la mayoría de estos temas en una versión que le sirva para confiar en la información que está investigando. Según Przybyła (2020), la conexión entre el estilo de redacción de un documento y su credibilidad puede no ser aplicable en todos los casos o permanente. El problema surge cuando el contenido es engañoso y, sin embargo, la calidad y el estilo pueden ser similares a los de aquellos que son realmente fiables. Las pruebas aún no son suficientes para asegurar que los estilos de redacción puedan permitir a un lector confiar o no en determinados contenidos. Estilos de redacción Aunque, como ya se ha dicho, los estilos de redacción no son la forma definitiva de identificar la credibilidad, hay ciertos rasgos que pueden ayudar a los lectores a generar confianza en determinados contenidos. Dejando a un lado las noticias falsas y su intención de generar clics y centrarse en los resultados de los motores de búsqueda. Veamos cómo pueden influir los distintos estilos de redacción. Inicialmente, según Glovesnor Bleyer (1916), las noticias podían clasificarse en cuatro tipos de discurso: narrativo, descriptivo, expositivo o una combinación de estas formas. Hoy en día, más que centrarse en el tipo de discurso, algunas personas escritoras siguen ciertas pautas a la hora de redactar una noticia, ya sea si se trata de un reportaje en el periódico o de una noticia de investigación completa. Bahr (2022) cómo para un conocido periodista del New York Times prepara sus noticias incluyendo al menos 10 entrevistas, que incluso pueden no aparecer en el artículo final. A pesar de considerarlo un proceso largo, sus 20 años de experiencia como reportero le han enseñado la importancia de investigar a fondo antes de empezar a escribir. Durante el proceso de redacción, se recurre a diferentes elementos: entrevistas, notas de su investigación, las mejores citas, hechos y cifras (Bahr, 2022). Cuando se trata de noticias, a veces gana la tradición y se apela a la figura del triángulo invertido: el suspense se construye desde el principio y los hechos se presentan en orden descendente de importancia. El tono elegido para un artículo tendrá sin duda un impacto en el lector, por lo que el sabor más o menos personal dependerá por completo de la intención del escritor. Las facetas de la redacción de noticias son analizadas por Yang et al. (2021), quienes mencionan que actualmente existen ocho características que influyen en la calidad de las noticias: legibilidad, credibilidad, interactividad, sensación, lógica, formalidad, interés e integridad. Algunas de estas facetas, como la legibilidad y la formalidad, se utilizan para analizar el clickbait, mientras que otras se proponen como parte de las directrices para la redacción de noticias. Así, las noticias deben ser claras y fáciles de leer, lógicas y contextualmente coherentes, rigurosas y creíbles, tener en cuenta el tipo de medio en el que se van a publicar, promover la participación y la interactividad en un debate que derive de la noticia, que la descripción sea naturalmente interesante, que surjan emociones a partir de la noticia y que los títulos sean integrales y no clickbait (Yang et al., 2021).

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